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Derecho a la vivienda y formación para la empleabilidad de las mujeres Irurales en el distrito de Viluppuram en la India.

Contexto de actuación:

India se sitúa en el puesto 130 de 189 países en el Índice de Desarrollo Humano. El 21,2 % de la población vive con menos de 1’90 dólares al día y el 27,5 % de la población vive en situación de extrema pobreza.

El distrito de Villupuram está dividido en 9 Taluks y 44 Blocks. Está bien conectado por carretera y ferrocarril a todas las ciudades importantes de Tamil Nadu. La ciudad sirve como un importante cruce ferroviario y la Carretera Nacional 45 pasa a través de ella.

La agricultura es la principal fuente de ingresos, según datos del Gobierno de la India. El distrito cuenta con 3.458.873 habitantes, con una proporción de sexos de 987 mujeres por cada 1.000 hombres, lo que está muy por encima del promedio nacional de 929. La población tribal irural  representa un 2,16 % del total. Los irulares tienen una esperanza de vida de aproximadamente 58 años. Solo el 25% de los irulares menores de 15 años asisten a la escuela y, como comunidad, son analfabetos en un 99%.

El distrito de Villupuran es uno de los 250 distritos más atrasados (de un total de 640) del país. Es uno de los seis distritos de Tamil Nadu que actualmente recibe fondos del Programa del Fondo de Subvenciones de Regiones Atrás (BRGFP).

El Proyecto de Ley de Protección Forestal de 1976 convirtió en ilegítimo el estilo de vida de los Irulares, lo que les obligó a mudarse a aldeas de chozas de barro con techos de paja y pisos de tierra. La mayoría de los Irulares no tienen el derecho oficial de disponer de tierras y carecen de servicios de electricidad y saneamiento.

En la actualidad, los irulares en Villupuram y otros distritos obtienen sus ingresos mediante la realización de trabajos físicos (coolies y trabajo forzado) para los propietarios de tierras. Por ejemplo, los hombres, las viudas y las mujeres indigentes atrapan ratas en los campos agrícolas. Los agricultores pagan por rata y el ingreso promedio del receptor de ratas varía de $ 15 a 30 por mes. Para muchos irulares las ratas son única fuente de carne que obtienen y son muchos los que solo hacen una comida por día.

Los Irulares se han visto privados económicamente y durante años de un medio de vida financieramente independiente. Desde que fueron forzados a cambiar su modo de vida por Ley de Protección Forestal de 1976 los Irulares han vivido como vagabundos y como jornaleros agrícolas en las tierras de otros, explotados despiadadamente por quienes los dueños de las tierras que los tenían en condiciones de servidumbre. Todavía, a día de hoy, algunos Tribales irulares desconocen e ignoran las leyes sobre la reforma agraria, la tenencia de tierras y los planes de desarrollo del gobierno. Por lo general tienen empleos de baja remuneración y tienen que realizar muchas tareas domésticas sin ningún tipo de salario y, en muchas ocasiones, se les niega y obstaculiza el acceso a la propiedad de la tierra por los llamados propietarios de castas superiores.

Los Irulares, que tradicionalmente no poseen tierra, se han asentado a vivir a las afueras de las aldeas a orillas de los estanques, en las rocas, cerca de los campos de cocoteros o cerca de los depósitos de agua del campo de arroz.

Sus viviendas están construidas usando hojas de palmera, hojas de palma de coco o algunas ramas de árboles y sus tejados son muy bajos. Las viviendas se componen de cuatro paredes sin espacio de sobra y se emplean hojas de palma o bolsas de rafia como puertas y ventanas. En la mayoría de los lugares, no tienen servicios básicos como agua, electricidad, carreteras e instalaciones básicas de higiene. Uno de los problemas principales de la tribu Irular es la falta de vivienda. La falta de vivienda es la necesidad humana de refugio personal, calidez y seguridad, que puede ser literalmente vital. Las personas sin hogar se enfrentan a muchos más problemas allá de la falta de un hogar seguro y adecuado. A menudo se enfrentan a muchas desventajas sociales, acceso reducido a servicios públicos y privados, acceso reducido a la atención médica, acceso limitado a educación, mayor riesgo de sufrir violencia y abuso, rechazo general o discriminación de otras personas, no ser visto como apto para el empleo, acceso reducido a los servicios bancarios y acceso reducido a la tecnología de las comunicaciones.

Descripción de la intervención:

El proyecto tiene como objetivo garantizar el derecho a la vivienda para 116 mujeres irurales del Distrito de Viluppuram y sus respectivas familias. Las mujeres iIrurales son perteneciente a la tribu de los irurales, tribu indígena de la India y desde siempre considerados como intocables dentro del sistema de castas de la India. Hoy en día, aunque el sistema de castas ya no es en vigor, la discriminación hacia este colectivo sigue y son llamados dalits. Por lo tanto, las mujeres irurales sufren una triple vulneración (por ser mujeres, por ser irurales y por ser dailts) siendo uno de los colectivos más vulnerables de la India. Fundación PROCLADE en cooperación con la contraparte local lleva años trabajando para garantizar los derechos básicos de estas personas y en los últimos años, gracias al programa de vivienda del gobierno denominado “Pradhan Mantri Awas Yojana” ha sido posible trabajar de forma eficaz para garantizar el derecho a la vivienda. De hecho, esta intervención repite los mismos objetivos de otras intervenciones que se han llevado a cabo entre el 2018 y el 2022 que han garantizado una vivienda de calidad a más de 112 mujeres y sus familias.

El punto de fuerza de este proyecto es la perfecta alineación con las políticas públicas locales de vivienda (criterio de eficacia de la ayuda) que se traduce en una verdadera cooperación entre titulares de derecho (mujeres irurales), titulares de responsabilidad (contraparte local y F. PROCLADE) y titulares de obligación (El Gobierno de la India). Gracias a esta cooperación entre los tres diferentes actores es posible garantizar el derecho a la vivienda para las mujeres Irurales.

Esto no significa solo que ellas puedan acceder a una vivienda digna, sino que se ven aumentado sus derechos al tener una casa de propiedad, y por lo tanto ser más visibles frente a las instituciones y a la sociedad y tener más facilidad para acceder a otros derechos como por ejemplo un trabajo digno. La intervención se va a llevar a cabo en dos fases. En la primera se llevarán a cabo las excavaciones y los cimientos, así como dos formaciones sobre temas de construcción para las mujeres beneficiarias. En la segunda fase se completará la construcción de las casas y la formación para las mujeres con el objetivo de que tengan conocimientos básicos en construcción que les puedan ayudar a encontrar un trabajo digno. En la segunda fase se incluyen también actividades de sensibilización que se llevarán a cabo en Castilla y León.

Objetivos:

El proyecto tiene como objetivo de contribuir a satisfacer el derecho de acceso a la vivienda para mujeres vulnerables en el Estado de Tamil Nadu en la India.

Población beneficiaria directa:

116 mujeres y sus familias (169 niñas, 128 niños, 105 hombres)

Población beneficiaria indirecta:

Total 518 personas (niñas: 169; niños: 128; hombres: 105; mujeres: 116)

Modalidad de cooperación:

Cooperación económica no reembolsable

Sector de intervención:

Habitabilidad básica y acceso a una vivienda digna

Fecha de concesión:

8 de noviembre de 2023

Período de ejecución:

1º fase: 15/03/2022 -31/12/2022 2º fase: 01/01/2023- 31/12/2023

Localización geográfica:

Viluppuram

Entidad beneficiaria:

Fundación Proclade

Socio local:

Claretian Educational and Social Service Society (CESSS)

Coste total del proyecto:

822.161 euros

Financiación concedida por la JCyL:

195.000 euros