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Acción Exterior
Acción Exterior
República Democrática del Congo (RDC) es uno de los países más pobres del mundo con un Índice de Desarrollo Humano (IDH 2021) que lo sitúa en el puesto 176 de 189 países y una distribución muy desigual de riqueza. Está compuesto por más de 200 grupos étnicos. A nivel político, existen tensiones políticas y sociales a pesar de la presidencia de Felix Tshisekedi desde 2019. El Este del país continúa experimentando violencia perpetrada por más de 100 grupos armados. Cuenta con un índice alto de mortalidad debido entre otras causas al virus del VIH/SIDA. La esperanza de vida al nacer ha aumentado llegando a 62 años-mujeres y 59 años-hombres (datosmacro.com - 2018).
RDC sigue marcado por una prevalencia alta de enfermedades con potencial epidémico. El país se enfrenta a la peor epidemia de sarampión de su historia desde 2019. El cólera ha permanecido endémico durante 3 años, la prevalencia del paludismo también es muy alta. El brote de ébola declarado en agosto de 2018 infectó a 3.400 personas y mató a 2.264 personas, a lo cual se suma la expansión del COVID 19 y el nuevo brote de Ébola en abril de 2020.
Los conflictos en curso, la mala gestión de los recursos y la falta de inversión han resultado en inseguridad alimentaria, con casi un 30% de desnutrición infantil. La cobertura general de los servicios públicos básicos (educación, salud, saneamiento y agua potable) es muy limitada. Más del 70% de su población vive por debajo del umbral de la pobreza y el 38,8% de la población es analfabeta (44%M; 19%H). Menos del 29% de la población en las zonas rurales tiene acceso al agua potable y menos de un 31% cuenta con servicios de saneamiento adecuados. La falta de estos servicios básicos son causantes directos de diarrea, por la que mueren anualmente un 14% de los niños y niñas menores de 5 años, y de brotes epidémicos de cólera, que causan más de 20.000 muertes al año particularmente en las provincias de Katanga Oriental, Kivu Norte y Sur. Más de 13 millones de personas necesitan ayuda humanitaria.
La presente propuesta se sitúa en la isla de Idjwi, situada en medio del lago Kivu, entre las ciudades de Bukavu y Goma, en la provincia de Kivu Sur, fronterizo con Ruanda. De pobreza extrema, presenta una tasa de densidad de población entre las mayores del mundo, con cerca de 600 habitantes por km2. Está muy aislada y ha sido una de las regiones más olvidadas por las administraciones locales durante años. Cuenta con una superficie de unos 310 km2 y una población de 298.237 habitantes. En la isla faltan muchos servicios entre ellos la conexión de corriente eléctrica y el transporte público. Los traslados de la población entre la isla y la tierra firme se realizan principalmente con piraguas que, por su inestabilidad, son causa de numerosos accidentes y muertes por naufragios. Esto marca un alto porcentaje de mortandad: las estadísticas expresan que existe una viuda o un huérfano en una familia de cada cinco.
El proyecto se sitúa más concretamente en las comunidades de Businga y Bumpeta, que pertenecen a Bugarula. El territorio vive en la pobreza extrema, no cuenta con infraestructura sanitaria adecuada, la tasa de malnutrición ha aumentado en los últimos años, miles de niños y niñas en edad escolar se dedican a la pesca para contribuir a la economía familiar, las carreteras son casi inexistentes y el transporte es principalmente en bicicleta o canoa. Businga y Bumpeta se han visto afectadas por las medidas de confinamiento debido al COVID19, desde marzo de 2020. El impacto inmediato ha sido el incremento de la miseria de las familias que vivían de lo poco que conseguían cada día, de la delincuencia, de la violencia y ataques a las personas, enfermedades por carencia de agua por la imposibilidad de moverse a las fuentes de agua y abandono escolar.El proyecto pretende reducir las condiciones de pobreza de las familias de las comunidades de Businga y Bumpeta, situadas en la localidad de Bugarula, isla de Idjwi, provincia de Kivu Sur a través de la mejora de la situación de la salud. El proyecto plantea la puesta en marcha de una red de abastecimiento que tome agua, mediante obra de captación, de un manantial en la zona interior de la isla, para ser conducida por tubería hasta un depósito desde el cual abastecerá a 1.600 familias en situación de alta vulnerabilidad, a través de 14 puntos de agua.
El acceso a los servicios mencionados permitirá a estas familias satisfacer derechos fundamentales como es el acceso al agua segura, al saneamiento y la salud, además de promover la participación de la comunidad y de diversos actores locales comprometidos con el desarrollo humano y la erradicación de la pobreza.
Estas acciones de infraestructura básicas se acompañarán de sensibilizaciones en higiene y promoción de la salud pública. Se constituirán 2 Comités de Gestión de agua, que propicien la apropiación y sostenibilidad del proyecto. La sostenibilidad del proyecto será ampliamente trabajada para su desarrollo eficaz y con la transparencia necesaria.
El objetivo del proyecto apunta a la realización de los derechos humanos al agua y al saneamiento de 7.120 personas de Bugarula, de las cuales 3.989 son mujeres y niñas, respondiendo a tres objetivos vitales: la lucha contra las enfermedades de origen hídrico provocadas por la falta de agua; la mejora de las condiciones de vida de las personas a través de la promoción de la higiene y la salud comunitaria y a aliviar la pesada tarea de mujeres y niñas de tener que ir a buscar agua a varios kilómetros.10.781 habitantes de Businga y Bumpeta (6.066 mujeres-niñas y 4.715 hombres-niños)
Cooperación económica no reembolsable
Acceso al agua potable y saneamiento básico
8 de noviembre de 2022
1º fase: 1 octubre 2022–31 diciembre 2022 2º fase: 1 enero 2023 – 31 diciembre 2023
Proyecto Rubare. Burgos con África
Solidarita Cinamula
241.776 euros
97.941 euros