Sociedad Benéfica Burgalesa en Cuba

Dirección:

Localidad:

La Habana (La Habana)

Descripción:

La Sociedad Benéfica Burgalesa se fundó el 29 de junio de 1893 y tuvo como divisa el apoyo moral y económico de todos los burgaleses residentes en Cuba o en la provincia de Burgos, lo que no excluyó ni a los emigrantes, ni a los descendientes de otras provincias de España.

El adjetivo Benéfica se respeta y se hace cumplir en todas las acciones que esta institución ha desarrollado a lo largo de toda su existencia, se vanagloria de poder asegurar que todos los burgaleses y no burgaleses, necesitados que han acudido en demanda de auxilio ante esta Sociedad, todos han sido socorridos con la cantidad que la Junta Directiva creyó suficiente.

Sería larga la lista de los nombres de los emigrantes que pidieron ayuda para regresar a su lugar de origen pues no pudieron abrirse camino en esta tierra cubana y que fueron atendidos hasta con la delicadeza de entregarles unas pesetas para que no llegaran a sus casas “con las manos en los bolsillos”.

Se comunicaron con los administradores de las distintas Casas de Salud (hospitales, clínicas o quintas), para que si en sus respectivas instituciones existía algún enfermo natural de la provincia de Burgos y no se hallaba al corriente del pago con sus recibos de mes, que se sirviera comunicarlo a esta Sociedad para por cuenta de la misma abonar los recibos, en la época que estas no eran gratuitas, también se ocuparon de dar la triste noticia del fallecimiento de los que descansan en suelo cubano a los familiares que se quedaron en la tierra que los vio nacer.

En la lista de los beneficiados también están incluidos los paisanos recluidos en los asilos o  residencias de ancianos, pues hasta ellos llegaba el aguinaldo de la Sociedad en Navidad y fin de año.

Tampoco olvidaron a los que necesitaron ayuda en la tierra natal y contribuyeron a muchas obras benéficas, otorgaron premios a maestros y alumnos aventajados y socorrieron a las víctimas de catástrofes naturales y militares.

A Cuba, la tierra que los acogió y donde fundaron sus familias no la olvidaron y ayudaron a erigir monumentos y a socorrer a las víctimas de fenómenos naturales como los famosos ciclones de los años 1926, 1944 y 1963.

Para toda sociedad es motivo de orgullo poseer un panteón donde descansen sus socios, la Burgalesa no es una excepción, con el apoyo de todos erigió su Panteón en 1924, al que hizo sucesivas ampliaciones. A partir de 1949 se instituye la costumbre de colocar una ofrenda floral el Día de los Difuntos y hasta la década de los años 60 del pasado siglo se celebraba una Misa en el Panteón, desde esa fecha solo se celebra un responso y se coloca una ofrenda floral.

A la vez que desarrollaba todas estas actividades benéficas también se ocupó de desarrollar actividades festivas, por eso desde el año 1910 organiza jiras campestres que más tarde se convirtieron en banquetes y que acuñaron el nombre de “Un Día Burgalés”.

El componente religioso siempre ha estado presente y desde su fundación se celebra la fiesta de “San Pedro”, Santo Patrón de Burgos y de la Sociedad, con una misa solemne que se ofició durante muchos años en la Iglesia de La Merced; a partir del año 2003 y hasta el 2019 en la Iglesia del Cristo del Buen Viaje ambas en el municipio La Habana Vieja (por las restriciones sanitarias debido a la pandemia de la Covid-19 en los año 2020 y 2021 no se celebró la efemeride) y a partir del año 2022 en la Iglesia de Monserrate en el municipio Centro Habana; antiguamente culminaba con un banquete y ahora se ofrece un brindis.

No todo fue bonanza en la Sociedad, también hubo sus etapas de crisis la primera en el año 1898 cuando terminó la dominación española en la Isla, después en el año 1927 cuando la Sociedad estuvo a punto de desaparecer y gracias a Ángel Martínez Romillo, Antonio Peña Sainz, Eloy Pérez Baranda, Monseñor Eustasio Fernández Gutiérrez y Rufino Gómez Gómez, que junto a otros socios garantizaron la continuidad de la institución, en época más reciente en el año 1960 se dictó un expediente de cancelación, disolución y clausura que afortunadamente se solucionó rápidamente pues todo fue un error del Gobierno Provincial Revolucionario.

Nos enorgullecemos de haber pertenecido al Centro Castellano de La Habana desde su fundación en el año 1909 hasta su disolución en 1961(esa institución puso a nuestra disposición su local para Juntas y Secretaría desde el mismo momento de su creación) y a partir de 1971 a su digna sucesora la Agrupación de Sociedades Castellanas y Leonesas.

Tenemos el honor que dos miembros de nuestra institución hayan llegado a ocupar el cargo de Presidente en las instituciones antes mencionadas. Benito Ortiz y Ortiz presidió el Centro Castellano de La Habana en el año 1918 y y en épocas más recientes Eloy Pérez Baranda presidió la Agrupación de Sociedades Castellanas y Leonesas desde el año 1989 hasta 1994.

Actualmente la Sociedad goza de una estabilidad que la garantizan las subvenciones que nos entrega la Junta de Castilla y León, que nos permiten ofrecer a nuestros asociados actividades socio-culturales con la mayor calidad posible; y las que se reciben del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a través de los Programas de Asociaciones, de Centros y de Mayores y/o Dependientes.

El centenario de nuestra institución se celebró modestamente con una misa en la Iglesia de La Merced y un pequeño brindis en el local social; los 120 años se celebraron con una actividad festiva en la Asociación Canaria de Cuba; los 125 años con una misa en la Iglesia del Cristo del Buen Viaje y una actividad socio-cultural en el Ilustre Centro Gallego de la Habana, este año se celebran 130 años de instituidos con la seguridad de que nunca desaparecerá el espíritu de familiaridad y hermandad de nuestros fundadores.